....como te replanteas las cosas cuando ves que la vida cambia totalmente en un segundo. Estos últimos tres días no he dejado de pensar en el accidente de Marco Simoncelli, como toda una vida, todo un futuro se desvanece en décimas de segundo, como la vida y la muerte van a su ritmo, sin preguntarnos a nostrosos, lo interesados, que queremos hacer...
La vida, la muerte, el destino... son palabras con las que convivimos día a día, y yo, como estudiante de filosofía, siempre me veo en la obligación de encontrarles un sentido más allá del que podía encontrar tres años atrás.
Todos los días en un segundo la vida de millones de personas cambia... El domingo lo vimos en directo, vimos lo que ocurre en millones de familias todos los días, padres destrozados, parejas desconsoladas, amigos que no quieren aceptar el destino, ese cruel, que se lleva lo que más amamos.
Y cuando lo ves, de lejos, cuando no te toca a ti directamente, miras a tu alrededor y ves las personas maravillosas que tienes a tu lado, un gran escalofrío recorre la espalda, un escalofrío de miedo, miedo de perder a los que amas.
Por eso, cuando estas cosas ocurren, cuando ves que la vida a veces es tan corta, lo mejor es disfrutar de cada día, disfrutar de los nuestros, e intentar ser felices.
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