10.19.2011

¿Por qué...

estás llorando?
-Porque todos los adultos dicen lo mismo...
-Y, ¿qué es lo que dicen?

-Que Disney es una mentira, que los cuentos de princesas no dicen la verdad... Que no existe el príncipe azul...

-No les hagas caso pequeña, están equivocados.
-Y, ¿tú? ¿cómo lo sabes?
-Porque lo sé pequeña, porque lo he vivido.
-Eso lo dices para consolarme....
-No, te lo digo porque es verdad. Siempre que escuches eso de alguien es porque esa persona no es feliz. Todos queremos encontrar la felicidad pero no todos lo consiguen. Disney desde hace mucho años ha creado en todos los niños la ilusión de la felicidad, todos hemos soñado con ser princesas o príncipes que después de vivir mil aventuras viven felices y comen perdices, pero cuando crecemos y vemos que las aventuras no son tan fáciles de superar, que los golpes de la vida son muy duros, que la felicidad se escapa, y las sonrisas se transforman en lágrimas, se frustran, pierden la esperanza, matan la ilusión y echan toda la culpa a aquello que de pequeños les hizo creer en un mundo mágico lleno de cosas bonitas. Y si ellos no pueden ser felices, les entra un ataque de egoísmo, y no dejan ser felices a los demás, por eso dicen todas esas cosas, para matar la ilusión de aquellos que sí quieren soñar y de paso matan también su frustración y comienzan a sentirse bien o eso es lo que ellos creen... pero no se dan cuenta de que están equivocados, y que a pesar de lo malo que la vida te da, también hay momentos buenos, y algo muy importante, la felicidad no es la misma para todos.
-¿No lo es?
-No, no lo es. Lo que a mí me puede hacer feliz, a ti te puede hacer daño. Hay que buscarla y encontrarla por uno mismo. Disfrutar de cada momento bueno, saber apreciar lo que hay a tu alrededor, vivir con aquellos a los que quieres y respetas, pero sobre todo hay que quererse a uno mismo, valorarse y sonreir, esa es la primera norma, una buena
sonrisa que alegra el día.  En el momento que te creas que eres una verdadera princesa de cuento será el día que encuentres a tu príncipe. Nunca hay que dejar de soñar, porque los sueños, siempre, siempre, tarde o temprano se cumplen, pero tienen una condición para hacerlo: que nunca dejes de creer en ellos.

-Nunca voy a dejar de soñar ^^
-Asi me gusta peque :) Ahora secate esas lágrimas y vete a jugar ^^


Conversaciones con la infancia




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