Cuando era pequeña había tres cosas que quería hacer: desenterrar dinosaurios, curar animales y enseñar a los niños. Han pasado los años y me he decantado por la pizarra, el olor a tiza y el tacto del borrador.
A pocas horas de comenzar esta nueva etapa, después de unos años de aprendizaje con mis grandes amigos en Grecia (ya sabeis que no os dejo tirados, es solo un 'hasta luego'), los nervios se empiezan a adueñar de mi estómago, la curiosad de mi mente y la ilusión empieza a surgir. Ilusión por todo lo que esto significa, por la importancia que tiene, porque es una baldosa más del camino que estamos creando poco a poco pero sin ninguna pausa. Esta decisión la he tomado por mí, por ti, pero sobre todo por nosotros :)
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