Hay días en los que lo mejor es parar el reloj, dejar a un lado los planes y pensar. Pensar en las cosas importantes, pensar en nosotros mismos y en el lugar en el que debemos y queremos estar.
Hay días que por sí solos te invitan a reflexionar, en los que la vida te dice: stop, piensa un poco, ¿es esto lo que realmente quieres?
A veces pasamos de escucharla y a golpes te lo recuerda.
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